jueves, 22 de marzo de 2012

Spartian Cronical - Sonrojo...


2       -       7
"Solanum cansatus de derroten est"

Jugadores y goles:
Rojos: Dámaso, Miguel A., Felipe, Alex (1), Marcos, Jose M.(1), Juancar
Azules: Carlos, Javier R., Fernando (2), Juan (3), Jorge (2), Paco P., Fakun


... y mucha vergüenza es lo que he sentido esta tarde al ver a una pandilla de esmirriaos vestidos de azul jugando a lo que ellos dicen que es fútbol. Les ponía yo a picar piedras para que vean lo que es sudar la camiseta. ¡Leches! Pero si al correr parecían bailarinas, caballitos de mar con el balón en los pies, y tiernos angelitos a la hora de defender. Vamos que las hermanitas de la caridad a su lado parecen reencarnaciones clonadas de lucifer. Pero esta vez, para que nadie diga que me invento las cosas, voy a reproducir fielmente, palabra por palabra algunas de los momentos que sobre el verde acontecieron:

  Fernando - pasadme el balón que el partido no se acaba hasta que meta un jastris -
  Fakundo - no, pasadle a Alex que le tengo a tiro -
  Javier - Si es que no me pasan al pie -
  Jorge - si no es con la zurda no sé pasar -
  Paco - pues a mi nadie me la pasa -
  Juan - paso de todo, que os den, que llevo 3 -

Los coloraos no salían de su asombro ante tan bochornoso y calamitoso espectáculo. Ellos si que hacían las cosas bien, Dámaso trabajador peleándose con la red, Alex entregado hasta la extenuación, Miguel dejándose la piel al más puro estilo Camacho (solo le faltaba el vendaje chichonero), Marcos una y otra vez por la banda insistía en volarme la cabeza, Felipe atento siempre al corte y poniéndome a prueba de lejos o de volea, Jose oportunista y combativo como siempre, y Juancar ovnipresente. En definitiva, todo un sin fin de recursos al  SERVICIO del ¿usuario?... perdón, del público.

Pero, como en la canción de Juan Carlos "Navaja" Solano,

"la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida,
y así los nuestros fueron sumando uno tras otro,
con vacile a propios y extraños poquito a poco,
sin despeinarse le metan caña al más pintao,
y siembran de dudas y goles to el arao,

el tiempo pasa y los coloraos se desesperan,
recurren al juego sucio, la pillería, y los follones,
las viejas tretas y estratagemas ya no funcionan,
no es suficiente con las tropelías y los cojones,

la noche otros la pasan en vela sin pegar ojo,
al día siguiente el desayuno les sienta mal,
aunque abusar del débil no está bien visto,
peor aún es perder la oportunidad de machacar, 

y si no cuento la crónica de esta manera,
me canso, me duermo, me rindo, estoy flipao,
la gata me dice -déjalo ya, qué haces pringao-,
que luego nadie lee esta ridícula tontaa,
la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida..."

jueves, 1 de marzo de 2012

Spartian Cronical - Tatuajes


2        -        12
"Solanum marcatus est" o "marcatus per Solanum"

Jugadores y goles:
Rojos: Dámaso, Martín, Felipe, J.Ayuso (1), Marcos (1), J.Martín, Juan Carlos
Azules: Carlos, J.Rueda, Fernando (3), Juan (1), Jorge (2), Roberto (5), Diego (1)


El resultado lo dice todo: como si se tratara de un extraño virus se desató la fiebre goleadora en el bando azulón. Incluso siendo uno menos (hasta la llegada de Roberto) demostraron una superioridad inusual. Ya avisó Juan desde el círculo central con un lanzamieno al palo en el minuto cero. Y no fue el único, hasta en cinco ocasiones impactamos el mikasa sobre el marco de Dámaso. Pero no fueron los únicos impactos, Fernando se llevó un recadito en sus parte blandas, Juan, Diego,... e incluso Juan Carlos (por duplicado), quisieron tatuarse el "Made in China".

Lo del presi tiene otra lectura: siempre está ahí donde no se le necesita. Para una vez que baja a defender, Dámaso, que con luz ve menos que sin ella, le arrea un balonazo dejando el balón muerto para que Jorge, Roberto, Fernando, qui lo sa,... lo transforme de romántica vaselina. Más tarde puso la otra mejilla, eso dice, aunque más bien me pareció que no le dió tiempo a apartarla. También repartió lo suyo: que le pregunten a Diego.

Lo mío también fue para darme collejas una tras otra: durante el calentamiento le prometí un gol a Marcos y sin dudarlo cumplí mi palabra. Al menos espero que mi cuenta en Suiza engorde significativamente. Lo arreglé con un par de intervenciones ante Martín y Felipe que aún vagan entre lamentos. Prometo repartir con ellos la enorme fortuna que he ido amasando en mi dilatada carrera (por algo soy el tesorero -digo yo-)

Y llegó el momento que lo cambió todo: después de una jugada perfectamente hilvanada, desde la banda le cae el balón a los pies a Fernando. Solo tenía que empujarla veinte centímetros que se le hicieron muuuuuuuuy largos, los veinte centímetros más largos de su vida, y... no fue capaz de meterla. Da que pensar ¿verdad? Tuvo que ser Diego quien le recordara los entresijos del remate: según viene a reventarla, como mandan los canones. Solo le faltó marcar a Javier R. pero se entregó en tareas defensivas bien apoyado unas veces por Diego, otras por Jorge, Juan e incluso un tocado Roberto, pero siempre bien organizados. 



De lo coloraos poco se puede contar: que se lanzaron a la desesperada, que lo intentaron desde lejos, desde cerca, de cabeza, e incluso, según mis últimas noticias, que recurrieron al sabotaje desconectando el alumbrado no se con que fin. Finalmene tuvieron su justo premio: Javier A. cazó un balón dividido y maquilló el resultado. Para arreglar el entuerto han fichado una nueva musa que les espera en el bar e incluso les echa las cartas.

P.D.: ¿Alguien sabe donde venden estas camisetas?