jueves, 28 de abril de 2011

Spartian Cronical - El sueño de una tarde de verano

5        -       10
Stadium Coliseum Solanum Calorum Arena sin regar y rasuradito  
  
No es nada fácil para este humilde cronista narrar lo acontecido sobre el campo. Permítanme empezar por el final: el resultado, a primera vista aplastante, que sin duda alguna podría, ofrecer distintas interpretaciones. Procedamos a destripar los misteriosos hechos de ayer.

Ni siquiera los más antiguos del lugar recuerdan una situación similar. Desde el primer minuto los coloraos acecharon una y otra vez la portería contraria: por las bandas por el centro, a balón parado, desde lejos,… oportunidades a diestro y siniestro desbaratadas por la sutil defensa azulona. En última instancia siempre aparecía el muñón de uno, la uña de otro, los pellejos del de más allá, y cuando no, ellos mismos obnubilados por el pánico escénico y abandonados por su suerte, marraban a puerta vacía. Tanta ocasión desperdiciada, a la postre, les pasó factura.

Cinco minutos de desconcierto fueron suficientes para que los Pedro, Jorge, Alex, Diego, David, Roberto y PACO (con mayúsculas, él sabe por qué) y un servidor pasaran por encima de sus rivales como una manada de elefantes rabiosos sobre una cacharrería. Aprovecharon cada una de las oportunidades que el destino les brindó y pronto tomaron ventaja en el marcador.

De nada sirvieron las estiradas de Dámaso y mucho menos las internadas por la banda izquierda de Jose D., ni los regates in extremis de Juan Carlos S., ni los arreones de Marcos, ni el espíritu de lucha de Míguel, ni la potencia juvenil de Rubén, ni los remates de Javier A., ni el oportunismo de Jose M, ni siquiera la picaresca a la que, en última instancia, se vieron forzados a recurrir. La frustración se apoderó de ellos como en el mejor de los planteamientos soñados por Mou.

Aun así, por un momento pareció que podrían nivelar la contienda con tantos de espléndida factura, pero no fue más que un espejismo: descuidaron el punto más sensible: la retaguardia. Y ahí es donde no se perdona. El ya afamado tiqui-taca azulón sacó su repertorio a pasear reventando de nuevo el marcador.

En definitiva, presenciamos un festival goleador y una lucha sin complejos que casi todos recordaremos y así quedó recogido en el siguiente reportaje fotográfico.

jueves, 7 de abril de 2011

Spartian Cronical - Emoción y goles a raudales


6        -        4

Stadium Coliseum Solanum (mucho solanum) Isostar Arena

Nueva edición de los épicos enfrentamientos que nos vienen ofreciendo ambos contendientes.

Calor soporífero que puso a prueba la resistencia de los jugadores y animó al público a despojarse de sus vestimentas. Mención especial a la rubia que hizo acto de presencia en el segundo tiempo. Así le fue al portero del equipo azul, más pendiente de sus encantos que del desarrollo del encuentro.

Penaltis, jugadas de estrategia, chicharros, alguna que otra tarascada, jugones, pero, sobre todo goles: muchos y espléndidos goles que no hacen sino confirmar el gran salto de calidad que estos chiquillos vienen demostrando partido tras partido, reclamando a voces... ¿qué digo a voces? a gritos, un reconocimiento, que se les viene negando, a escala internacional.

Entro tanto gol de bellísima factura, a destacar el de la gran promesa del equipo rojo. Juan Carlos, con la destreza y maestría que le caracteriza, nos obsequió con un jugadón antológico que quedará para siempre almacenado en nuestras retinas: como si lo hiciese a cámara lenta, corre por la banda, recorta a sus oponentes, amaga, observa la posición del portero y dispara ajustando el esférico al mismo poste que en otros tiempos desbarató sus intenciones.

Como un jarro de agua fría sobre el equipo azul, este gol marcó un antes y un después en el desarrollo del encuentro. Los coloraos campaban a sus anchas desbaratando los intentos de nivelar la contienda de los voluntariosos azulones.

En el tiempo de descuento Alejandro se encargó de poner las cosas en su sitio con la vaselina que viene buscando en los últimos encuentros.

No se pierdan el próximo encuentro: la lucha por el trofeo “pichichi” promete grandes sensaciones como las que nos deleita la rubia