5 - 10
Stadium Coliseum Solanum Calorum Arena sin regar y rasuradito
No es nada fácil para este humilde cronista narrar lo acontecido sobre el campo. Permítanme empezar por el final: el resultado, a primera vista aplastante, que sin duda alguna podría, ofrecer distintas interpretaciones. Procedamos a destripar los misteriosos hechos de ayer.
Ni siquiera los más antiguos del lugar recuerdan una situación similar. Desde el primer minuto los coloraos acecharon una y otra vez la portería contraria: por las bandas por el centro, a balón parado, desde lejos,… oportunidades a diestro y siniestro desbaratadas por la sutil defensa azulona. En última instancia siempre aparecía el muñón de uno, la uña de otro, los pellejos del de más allá, y cuando no, ellos mismos obnubilados por el pánico escénico y abandonados por su suerte, marraban a puerta vacía. Tanta ocasión desperdiciada, a la postre, les pasó factura.
Cinco minutos de desconcierto fueron suficientes para que los Pedro, Jorge, Alex, Diego, David, Roberto y PACO (con mayúsculas, él sabe por qué) y un servidor pasaran por encima de sus rivales como una manada de elefantes rabiosos sobre una cacharrería. Aprovecharon cada una de las oportunidades que el destino les brindó y pronto tomaron ventaja en el marcador.
De nada sirvieron las estiradas de Dámaso y mucho menos las internadas por la banda izquierda de Jose D., ni los regates in extremis de Juan Carlos S., ni los arreones de Marcos, ni el espíritu de lucha de Míguel, ni la potencia juvenil de Rubén, ni los remates de Javier A., ni el oportunismo de Jose M, ni siquiera la picaresca a la que, en última instancia, se vieron forzados a recurrir. La frustración se apoderó de ellos como en el mejor de los planteamientos soñados por Mou.
Aun así, por un momento pareció que podrían nivelar la contienda con tantos de espléndida factura, pero no fue más que un espejismo: descuidaron el punto más sensible: la retaguardia. Y ahí es donde no se perdona. El ya afamado tiqui-taca azulón sacó su repertorio a pasear reventando de nuevo el marcador.
En definitiva, presenciamos un festival goleador y una lucha sin complejos que casi todos recordaremos y así quedó recogido en el siguiente reportaje fotográfico.