7 - 4
Stadium in memoria de Solanum
Ayer disfrutamos del broche final de una temporada repleta de emociones, intensidad, y diversión. Algunas bajas notables sirvieron para descubrir nuevos valores de futuro prometedor a los que dejamos la puerta abierta de par en par.
El presi, esta vez sí, ha dado en el clavo con las alineaciones. Vamos que si no ganan hoy se jubilan. Por los coloraos jugaron: Juan Carlos (digno sucesor de Dámaso en la portería), Felipe, Diego (1), Alex V.(1), Jose M.(3), Javier R., y Juan (2). Los azules, aun siendo uno más, tuvieron que esforzarse para realizar un papel digno. Jugaron: Pedro, Martín, Paco P., Jorge P. (1)., Alex P. (1), David (1), Jorge (1) y el que os escribe.
Comienza el partido y durante mucho tiempo se mantiene el marcador a cero, sobre todo gracias a las intervenciones de Juan Carlos que, con habilidad y destreza inusual y, sobre todo, con los guantes de Dámaso, desbarató cada una de las opciones de sus rivales. Dámaso ¿cuanto pides por los guantes? te doy el doble.
A la media hora de juego el presi pidió tiempo muerto para hidratarse ¿pero dónde se ha visto eso? ¿qué pasa, que como estamos en la semana del orgullo nos dejamos los machos en el vestuario? El caso es que fue el inicio de la debacle azulona. Para mí que se metieron un gin-tonic con pepino español entre pecho y espalda, o nos drogaron, o algo así.
Fue entonces cuando de verdad empezaron a triangular y los goles a caer de su lado con pasmosa facilidad. Hasta un 5-0, con tres goles de Jose que decantaron definitivamente la balanza del trofeo 'pi-chichi' a su favor.
Y cuando todo parecía resuelto los PP Boys, Jorge y David (de penalty), les metieron el miedo en el cuerpo. Caquitas varias se hacían dispersas como minas antipersonas. Pero no hicieron falta porque mientras se discutía si se había acabado ya el tiempo o no, aprovecharon para sacar de centro directamente y establecer el definitivo 7-4. ¡menudas artimañas!
Para finalizar, el tercer tiempo tuvo de todo: trofeos, brindis, renovación de musas y dimisiones. Sí, nuestro presi nos abandona dejando el pabellón muy, pero que muy muy alto, para iniciar una nueva etapa en su ya dilatada carrera como, como ... ¿como qué era? ¡Ah sí!, como rey de los Hunos: Atila se hace llamar; pero esa es otra historia.
(en breve, reportaje audiovisual de la entrega de trofeos)