4 - 5
Stadium Coliseum Solanum por los suelos
Primer partido de una serie de 5 que dirimirá al equipo más conjuntado, más completo, más GRANDE.
Comienza la serie con una victoria azulona por tan solo un tanto que no refleja la realidad vivida sobre el césped. El luminoso marcaba un 5-4 al comienzo del tercer tiempo. Los goles tardaron en llegar pero después cogieron carrerilla.
Comenzaron pegando fuerte los mal llamados externos. Con la habilidad a la que ya nos tienen acostumbrados, como si nada, marcaron los cuatro primeros goles, de bellísima factura, a los que tan solo pudieron responder los internos con un penalti más que dudoso: mano, mano, ... decían los más viejos del lugar pero, si le dio con el bate de béisbol que lleva para las grandes ocasiones...
Una vez más, la férrea defensa azulona (el tridente de Moratalaz) desbarató las alocadas avanzadillas rojillas que se empeñaron en empalar al sufrido guardameta visitante con todo lo que tenían a su alcance; hubo quien se quitó un espinillera y le zumbo en la geta hasta dejarle K.O. y así llegaron sus goles hasta casi nivelar la contienda.
Finalmente se impuso el orden y la lógica, las aguas volvieron a su cauce, y los rojillos fieles a las buenas costumbres perdieron de nuevo, y eso que era día de elecciones y solo se presentaban ellos. Será por el infiltrado que tenían en el equipo azul al que están armando un taco con tanto cambio de camiseta, hasta el punto de que despeja goles cantados y muerde rabiosamente a todo aquel incosciente que se acerque a sus dominios.
Es el mérito del equipo azul, la demostración de que un equipo unido, técnicamente inferior, analiza la situación, mueves sus piezas, saca pecho, aprovecha sus oportunidades y destroza al rival: veremos si a medida que avance la serie es preciso incorporar un equipo de psicólogos para recuperar a más de uno.