jueves, 26 de mayo de 2011

Spartian Cronical - Tormenta goleadora

4        -        5
Stadium Coliseum Solanum por los suelos  

Primer partido de una serie de 5 que dirimirá al equipo más conjuntado, más completo, más GRANDE.

Comienza la serie con una victoria azulona por tan solo un tanto que no refleja la realidad vivida sobre el césped. El luminoso marcaba un 5-4 al comienzo del tercer tiempo. Los goles tardaron en llegar pero después cogieron carrerilla.

Comenzaron pegando fuerte los mal llamados externos. Con la habilidad a la que ya nos tienen acostumbrados, como si nada, marcaron los cuatro primeros goles, de bellísima factura, a los que tan solo pudieron responder los internos con un penalti más que dudoso: mano, mano, ... decían los más viejos del lugar pero, si le dio con el bate de béisbol que lleva para las grandes ocasiones... 


Una vez más, la férrea defensa azulona (el tridente de Moratalaz) desbarató las alocadas avanzadillas rojillas que se empeñaron en empalar al sufrido guardameta visitante con todo lo que tenían a su alcance; hubo quien se quitó un espinillera y le zumbo en la geta hasta dejarle K.O. y así llegaron sus goles hasta casi nivelar la contienda.

Finalmente se impuso el orden y la lógica, las aguas volvieron a su cauce, y los rojillos fieles a las buenas costumbres perdieron de nuevo, y eso que era día de elecciones y solo se presentaban ellos. Será por el infiltrado que tenían en el equipo azul al que están armando un taco con tanto cambio de camiseta, hasta el punto de que despeja goles cantados y muerde rabiosamente a todo aquel incosciente que se acerque a sus dominios.

Es el mérito del equipo azul, la demostración de que un equipo unido, técnicamente inferior, analiza la situación, mueves sus piezas, saca pecho, aprovecha sus oportunidades y destroza al rival: veremos si a medida que avance la serie es preciso incorporar un equipo de psicólogos para recuperar a más de uno.

lunes, 2 de mayo de 2011

Jota Journal - La Barranca

Puntualidad caracenillera de los Jasistentes: Jesús, Jagus, Jantonio, Juis y un Jervidor ponen a punto sus monturas. Salida neutralizada abriéndose camino por las calles de Moralzarzal ante el clamor popular. Los que no desayunaron Jesnifaron las esencias de las porras recién hechas. Otros venían con el estómago más bien revuelto por los Jexcesos acumulados en las noches pasadas.

Entrada y salida de Becerril por pistas, algún tramo de asfalto y senderos entre pastos que nos permiten observar la mieeeeeerda de chozas de las que algunos dicen disfrutar y, a ritmo de crack-crack (el pedal del brujo dio la nota) llegamos a los pinares de La Barranca.

En este punto otro tipo de sonidos naturales tomaron el relevo: mirlos alborotando el despertar del día, Jeructos con el mismo fin, truchas saltando en los remansos del río y algún que otro Jescape de gas de origen desconocido.


Abandonamos la pista para tomar el camino Jortiz, empeñados en hacer difícil lo fácil, pues es una senda para bajarla a tope, y la hicimos subiendo. Jalguno se pegaba a ruedas más Jexperimentadas pensando en sacar provecho, aunque más bien sacó piedras como melones.


Escalones y raíces hicieron que, por un momento, los más técno-i-lógicos dejaran de competir por saber qué Jepese marcaba la altimetría con mayor exactitud: que si me marca 10 metros más, que si el tuyo es una mierda porque no tiene colores, que si este pino que me han puesto delante no viene en mi mapa,... lo normal en estos casos.

Iniciamos la bajada: primero por la senda de Bambi, y de la madre que le parió, donde un aprendiz del brujo practicó el Jocultismo con una maestría que ni las caras de Bélmez (premio al que le vea) a pesar de su prominente tripa, que sus callos y cervezas le cuesta.


Después, desde El Ventorrillo a Navacerrada (pueblo), bajamos por la trialera del miedo: divertida, espectacular, emocionante, e Jinsuperable (sobre todo lo último), entre rocas y jaras estratégicamente dispuestas para Jagarrarse en caso de caída, y donde hasta el ingeniero se apeó de la burra en más de una ocasión, y eso ya son palabras mayores. ¡CUANTO JAUTONOMISMO!

El regreso a Becerril por improvisadas sendas de barro y Jagua como anticipo de la espectacular tormenta que se avecinaba a nuestras espaldas amenazando con descargar su ira contra nosotros por profanar a la madre naturaleza.


Para terminar, llegada a las temibles escaleras de Moralzarzal no sin que antes Juis se empeñase en probar la calidad de los muros del vecino (deformación profesional) y un tercer tiempo memorable según los viejos del lugar.