viernes, 27 de abril de 2012

Spartian Cronical - Sabor a victoria


2         -        2
"Solanum lamentus"

Jugadores y goles:
Rojos: Dámaso, Felipe, Juan Carlos, Jose D., Jose M.(1), Marcos, Javier A.(1)
Azules: Javier, Paco, Fernando(1), David (1), Rubén, Diego, Carlos

Esta es de las crónicas que uno disfruta escribiendo. Es una oportunidad para hacer leña del árbol caído, prenderle fuego, arrimarse al calorcito que desprende y recostarse con una  sonrisa de oreja a oreja. Pues anda que si llegamos a ganar nos mandan directamente al  infierno. Y no anduvimos lejos, de haber disputado los 10 minutos que solemos jugar de más,  nos llevamos el gato al agua, el ratón, la mosca, la rana,... cuando la rana se puso a cantar... vino el presi y se puso a llorar.


Con innumerables bajas y el fichaje "in extremis" de un nuevo espartano - bienvenido Rubén -, por fin tuvimos un partido en igualdad numérica y reglamentaria. Esta vez no existió la conspiración judeomasónica habitual a la hora de conformar las alineaciones.

En los primeros compases la igualdad era patente, sin oportunidades claras en ningún bando. Los estrategas sacaron su libreta esperando una oportunidad cimentada en el error del contrario más que en el acierto propio. Pero nada más lejos de la realidad, los rojos sacaron el tiralíneas que aún guardaban en la cartera de cuando hicieron el bachillerato y Jose M. marcó con una especie de espuela-churro de espaldas y al primer toque: el Mikasa traza una trayectoria endiablada que sorprende a propios y extraños, me pilla adelantado y me supera por alto.


Los azules seguimos luchando con espacio para tocarla. Diego lo intenta una y otra vez por la banda. Rubén y David suben y bajan incansablemente, Fernando remata lo que puede, y Paco y Javier se entregan en defensa. Pero no entra ni a la de tres.

Los coloraos aprovecharon los irremediables huecos que íbamos dejando. A Javier A. no le tembló el pie y clavó el 2-0 en un balón muerto en la frontal. Entre medias pudimos ver los revolcones por el barro de Diego y Jose M., a Juan Carlos perfeccionando su control del balón -no sé cómo llamarlo, es una mezcla de salto de bailarina y picotazo de escorpión-, a Felipe buscando puerta desde 40 metros -vale, una vez lo metiste pero ¿no te cansas?



Pudieron caernos un par de goles más que salvamos gracias a la transformación del presi. Suele reventar el balón (y todo lo que pille por delante) pero le dio por ser sutil he intentó colocarlo a la escuadra. Vamos, bailarina cien por cien.


Sin embargo en el último minuto les metimos un buen apretón. Javier, desde la banda, le telegrafió a Fernando un testarazo que cruzó ante la salida de Dámaso. GOOOOOOOOOOOL en las Gaunas -que diría Gaspar Rosety-. En el escaso tiempo añadido, 30 segundos mal contados, presionamos por todo el campo. Les metimos el miedo en el cuerpo, les temblaban las canillas, en la banda el público se mordía las uñas, el árbitro mira el reloj, el cielo se nubla repentinamente a pesar de las predicciones, y pasó lo que tenía que pasar: Fernando se desmarca, atrae a toda la defensa consigo y habilita a David que marca a placer.


¡¡ GOOOOOOL, GOL, GOL,
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLL !!

viernes, 13 de abril de 2012

Spartian cronical - Orgullo y pundonor


7        -       4
"Solanum contar sapientia"

Jugadores y goles:
Rojos: Dámaso, Felipe (1), Javier , Jose Luis, Juan Carlos (1), Martín (1), Jose (2), Alejandro (1) 
Azules: Carlos, Pedro (-1), Javier, Fakundo (1), Fernando (3), Diego, Jorge


Esta vez las estrellas estaban en el equipo rojo, herido en su orgullo gay después de los últimos partidos, y los estrellados en el azul. Ante una convocatoria un tanto desequilibrada (por decir algo) bastante hicimos con aguantar el marcador hasta el tiempo de descuento, que se estiró y se estiró como un chicle Cheiw Junior.



Los rojos entre protestas no se cobraban algunas faltas claras, pero señalaban una mano en el área de esas que nadie ve. No estaban muy seguros de sí mismos pues no se atrevían a lanzar la pena máxima:

    Jose - ¿Quien lo tira? - preguntó a su parroquia.
    Juan Carlos - Tú, tú - responde entre lamentos.
   
Los demás esquivan la mirada como si con ellos no fuera la cosa.

    Jose - ¿Yo? ¡Mira que si lo fallo!- exclamó



Mientras, yo iba haciendo mis cuentas: - si lo tira Juancar, lo hará por el centro a reventar, si lo tira Jose querrá colocarlo al palo derecho - (cuestión de tendencias). Al final lo desperdició Jose, blandito y no muy colocado.

Sin embargo, en pocos minutos superaron el pánico escénico y con relativa facilidad nos endosaron el primero (1-0). Continuaron con numerosas ocasiones que nos hicieron trabajar en la retaguardia y arrastrarnos literalmente por los suelos como lagartijas.



De repente surgió la excelencia y la calidad de Fernando muy bien asistido por Jorge: sin apenas darnos cuenta nos encontramos con un 1-3 tan esperanzador como engañoso, tanto que quisimos ampliar la ventaja y lo pagamos, ya lo creo que lo pagamos. Debimos echar el cerrojado atrás y limitarnos sacar algún contrataque aislado. Pero no sabemos jugar así: nos gusta sufrir y darlo todo hasta la extenuación, incluso en inferioridad numérica (una vez más).

Entonces sacarón la recortá y el partido se fue embruteciendo. Nadie renunció al choque (ni Facundo, ni los Javieres, ni Diego, ni Juan Carlos, ni Fernando,... pero el juego físico nos pasó factura a nosotros.



Con el 3-3 aguantamos un buen rato pero a pocos minutos del final empezaron nuestros achaques. Jose Luis, gran fichaje donde los haya, puso orden en los coloraos y en un suspiro se pusieron por delante. Al final del tiempo reglamentario y con el 5-4 en el marcador les tuvimos encerrados en su propio área: a la desesperada, sacando fuerzas de flaqueza y con más corazón que cabeza, tan nos solo faltó una pizca de suerte para establecer el empate definitivo.



Los últimos minutos sirvieron para que los coloraos maquillaran el resultado que, dadas las circunstancias, podría haber sido vergonzoso para ellos, y redujeran la diferencia de goles de la clasificación general.

sábado, 7 de abril de 2012

lunes, 2 de abril de 2012

Jota Journal - Guadarrama Blue Spring

A las 8:45 en el punto de encuentro, allí estábamos Antonio y yo, dando cuenta de las ensaimadas media hora antes de la hora prevista, no sin antes ahuecar todo lo ahuecable. Casi puntual, pero a tiempo de probar la repostería, llegó el ingeniero con el coche oficial del Rayo y nos informaba de la ausencia de Agus por culpa de los amigos de lo ajeno. Agus, yo les ponía un jamón inyectado en laxante para que se retorcieran durante una temporadita ¡Lástima de jamón, no se merece tal final!

Ruta perfecta para recuperar sensaciones después de un tiempo en el olvido y para conocer las bondades, virtudes y exigencias de mi nueva montura (una vez realizadas las presentaciones) que se mostró nerviosa al comienzo, pero muy dócil una vez domada. Vamos lo que viene siendo un potrillo salvaje.

Un  inciso: Agus tienes que enseñarle tus habilidades al de la KTM: mira como la lleva



Iniciamos la ruta ascendiendo por el curso del río Guadarrama al más puro estilo Verano Azul, por una pista sinuosa al tiempo que cómoda en la que, según Chule, las 29 pulgadas marcan la diferencia. Después llegó una rampa bastante exigente donde en teoría las 26 deberían recuperar los honores, pero nada más lejos de la realidad. Cuando llegué arriba me dio tiempo a desmontar, aparcar cuidadosamente para no arañar el cuadro, sacar la cámara de fotos y sentarme a esperar. A lo lejos apareció Chule serpenteando cual reptil culebrero y, bastante más retrasado, un desconocido Antonio, sufriendo lo indecible y con calambres hasta en los párpados. Ni 26, ni 29, lo que se notaron fueron los cuarenta y tantos y, porqué no, los 89: no digo más para no profundizar en la herida.





Llegamos al tramo exigente en habilidades en el que Chule tomó el mando sin abandonarlo bajo ningún concepto. Los demás a su rueda, aprendiendo a derrapar y cruzar la bici, hasta que llegamos a un tramo estrecho con alambrada por un lado y cortao por el otro. Solo quedaban 25 centímetros para pasar por una zona extremadamente inestable... ¿os acordáis cuando Superman sujetaba las vías al paso del tren mientras se desprendía el terreno? pues igualito pero en vez de Superman teníamos a Chuleman, que pasó como si nada, arrimando el cuerpo al abismo. Los mortales, echando el pie a tierra y jurando en arameo.

Continuamos sin mayores percances hasta que decidimos regresar por un "single track" que no era ni single, ni track, vamos un "campo a través" de toda la vida y muy arbolado en el que pusimos a prueba la resistencia de nuestros cascos con alguna que otra rama perdida. Una parada para repostar y a volver por donde habíamos venido con alguna diferencia apreciable: los 25 centímetros habían menguado a 15 y a Chuleman le sobraban 10. ¿Pa qué tanto, verdad?

De vuelta, un vistazo de refilón al parking del campo de golf: no había ni un Corsa, ni un taxi, ni una fregoneta, todo eran Q7, X5, A6, ... ¡Amos que! ... lo que van a sufrir cuando se mueran (por todo lo que dejan). No me los imagino disfrutando en el merendero de unos callos con garbanzos al estilo "hornillo".

A las 13:20 comidos y bebidos y camino de casa, esta vez sin grandes caídas, ni heridas de guerra que fotografiar, pero aprendimos algo muuuuuuuuuuyyyyyyy importante: que desde hace años tenemos una cosa que se llama "rapidfire plus" y que se puede utilizar.

Más fotos por cortesía de Chuleman en https://picasaweb.google.com/chulest/RiberaGuadarrama02#slideshow/